Dos almas conversando
como estrellas del infinito
sus luces brillo permanente
ni la distancia ni el viento
apagaron fuego del alma
ni mis labios olvidaron tus dedos
que ciegos buscaban ávidos
ni tus labios recordaban indiferencia
tampoco frío gélido
besos no muertos, sólo dormidos
cuando tocaron los míos cansados
cual dulce preciso en la boca,
con tus ojos amándome,
mis labios tibios sin frío
los tuyos no conocen cansancio,
los nuestros con ecos repetidos,
susurrando hasta perder los sentidos,
caminar un sendero sin vacío,
sólo buscando tus besos apasionados
en melodía a este corazón agitado,
oyendo atenta las campanadas,
dejar abras así todas mis puertas,
a través del cristal ver el azul del cielo,
tu suave respiro sobre mi cuerpo
vaciando tu amor con flores del tiempo.
como estrellas del infinito
sus luces brillo permanente
ni la distancia ni el viento
apagaron fuego del alma
ni mis labios olvidaron tus dedos
que ciegos buscaban ávidos
ni tus labios recordaban indiferencia
tampoco frío gélido
besos no muertos, sólo dormidos
cuando tocaron los míos cansados
cual dulce preciso en la boca,
con tus ojos amándome,
mis labios tibios sin frío
los tuyos no conocen cansancio,
los nuestros con ecos repetidos,
susurrando hasta perder los sentidos,
caminar un sendero sin vacío,
sólo buscando tus besos apasionados
en melodía a este corazón agitado,
oyendo atenta las campanadas,
dejar abras así todas mis puertas,
a través del cristal ver el azul del cielo,
tu suave respiro sobre mi cuerpo
vaciando tu amor con flores del tiempo.
Rocìo Chalco Varga
Maracaibo, Venezuela